Ricard Camarena, restaurante 2 estrellas Michelin en Valencia

Hacía ya varios años que tenía entre ceja y ceja visitar el restaurante Ricard Camarena, pero tras un par de intentos fallidos, por fin pudimos acercarnos a él. Tengo que reconocer que estaba algo aburrido de la alta cocina, por lo que en los últimos meses solo había visitado un par de restaurantes con estrella Michelin, RavioXo y The Harwood Arms, en Londres, que tampoco son restaurantes de corte clásico de la guía roja. Pero Ricard Camarena me ha reconciliado con la alta cocina, con el detalle, con la sorpresa y con la ilusión.
El Restaurante Ricard Camarena en Valencia
El restaurante Ricard Camarena se encuentra en un espacio increíble, dentro de Bombas Gens, un centro de arte contemporáneo que combina historia y modernidad. El restaurante está integrado de forma que la experiencia comienza ya solo al cruzar la puerta.

Ricard Camarena Restaurante cuenta con 2 estrellas Michelin, una estrella verde, 3 Soles Repsol, y además está considerado el séptimo mejor restaurante vegetal del mundo. Y es que los vegetales tienen un valor muy notorio en la cocina de Ricard, marcada e influenciada por el territorio, donde la huerta y el mar tienen el mando.
En esta escapada por Valencia nos alojamos en el Hotel Nalu, y alojamiento súper céntrico, que puedes ver y reservar aquí, o puedes ver más opciones en Valencia pinchando aquí.
Los menús en Ricard Camarena Restaurante
Actualmente, Ricard Camarena Restaurante dispone de 2 opciones de menú degustación, ambas por 210€ sin bebida. También tienes la posibilidad de elegir comer a la carta por 150€ sin bebida, eligiendo 3 entrantes, el principal y el postre.
La verdad es que llegué al restaurante con la firme idea de elegir el menú “Camino Oxaslis”, la propuesta basada en una cocina completamente vegetal. Me apetecía mucho ver cómo se podía conseguir en menú degustación completo, sin utilizar ningún elemento no vegetal en ninguna elaboración, ni siquiera en los fondos.
Pero tras una breve conversación con el jefe de sala, me hizo ver que, en una primera visita, era mejor el menú “Recorrido Ricard Camarena” para poder captar mejor la esencia del restaurante. Además, al elegir ese menú, tuvimos la posibilidad de disfrutar del aperitivo en la mesa de chef, que al ser en parte de cortes de atún, no es posible en el menú 100% vegetal.

Maridaje no alcohólico
Lo que si tenía claro, y finalmente así sucedió, fue la elección del maridaje de bebidas sin alcohol. Ese maridaje tiene un coste de 95€, siendo el coste del maridaje de vinos tradicional de 145€. En Ricard Camarena elaboran bebidas naturales a partir de las partes de los productos que se van a desechar. Bebidas naturales, sin alcohol y artesanales. Un maridaje muy divertido, donde cada bebida es una sorpresa.

Fresa-remolacha-hibiscus, espárrago blanco-alga Kombu, infusión fría de café-berenjena, por poner algunos ejemplos. Otra bebida increíble fue la que elaboran con los recortes del pan, siguiendo una elaboración parecida a la del sake, a la que luego añaden una infusión de azahar. Y con uno de los postres, un Pedro Ximénez sin alcohol con concentrados de higo y remolacha. Se agradece una propuesta tan interesante para los que no bebemos alcohol, ya que nos permite salir del aburrido combo cerveza 0,0, o agua con gas.

La experiencia en Ricard Camarena
El equipo de Ricard Camarena es una máquina engrasada a la perfección. Una sincronización perfecta entre sala y una cocina integrada en ella. He estado en bastantes restaurantes gastronómicos, pero el ritmo aquí es sorprendente. Un menú de 16 platos, en menos de 2 horas. El primer plato llegó a la mesa a las 20:33 y el último a las 22:26. Espectacular.
Cocina de territorio, con la huerta y el mar por bandera, con elaboraciones vistosas, pero sin fuegos artificiales. Cocina y sabor de verdad. No voy a describir cada plato, pero algunos quedarán en mi memoria como la semi conserva de tomate, la ostra, o el nigiri de lubina. El momento en la mesa de chef, con el propio Ricard Camarena, que nos dio a probar diferentes cortes de atún madurados en algarroba, fue apasionante.

Destacar también la locura de pan con ponen en Ricard Camarena. Un pan híbrido entre masa madre y croissant, que sirven calentito a la plancha con mantequilla. Una locura de la que te puedes comer un millón.

Muy buenos los postres, con un riquísimo postre de berenjena blanca frita con miso, el de mango, que nos estimuló las papilas gustativas con todos los registros de sabores posibles, o etérea sorpresa del bizcocho helado de chocolate.

En Ricard Camarena me he reconciliado con la alta cocina, pero la mala noticia es que no hay muchos Ricard Camarena.
El resto de fotos de nuestra visita











Galleta helada de coco y fresa
Código ético: este artículo contiene enlaces de afiliados. Esto significa que si compras o reservas a través de mi web obtengo una comisión sin que por ello se incremente el precio final. Así me ayudas a seguir con el blog. Todo lo que he escrito está basado en mi propia experiencia