Restaurante Polea Murcia, un lugar con encanto en cada detalle

[Abril de 2025] Tenía pendiente volver a Restaurante Polea Murcia desde hacía tiempo. Quería repetir aquella experiencia especial, en plan romántico, solo con mi mujer, como la última vez. Pero como ese momento no terminaba de llegar, decidimos ir en familia, como en nuestra primera visita, en la misma mesa donde comimos pocos días antes del cierre pandémico de 2020.
Polea tiene algo que cuesta explicar. No sé si es esa luz tenue, la calidez de su decoración… Bueno, en realidad sí lo sé. Son ellos. Es Alberto, siempre al fondo, concentrado en su cocina, y con esa timidez entrañable cuando sale a la sala a explicar algún plato. Es Pepa, encantadora como siempre, o incluso más, porque ahora te cuida y está pendiente de ti como una madre. Y, por supuesto, es su cocina.

La cocina de Polea Restaurante
La cocina de Polea Restaurante, en Murcia, es una celebración del producto local y de la sostenibilidad. Su menú, siempre cambiante según lo que dicte la naturaleza, convierte ingredientes de cercanía —como hortalizas vibrantes o pescados recién capturados— en auténtica poesía comestible. Cada plato, ya sea un juego delicado de texturas vegetales o un pescado que sabe a Mediterráneo, destila respeto por lo auténtico y creatividad en su justa medida. En Polea no solo se disfruta del sabor: también se reconecta con el origen de lo que comemos, en un espacio donde la honestidad y la calidez lo envuelven todo.

El menú que probamos
El menú actual en Restaurante Polea, en Murcia, tiene un precio de 48 € por persona (bebida no incluida). A esto se pueden añadir dos extras opcionales: un plato de pasta fresca casera, que suma 9 € por persona, y una degustación de quesos nacionales, por 7 € adicionales. Lo mejor es que no es necesario que toda la mesa pida estos extras: si solo uno quiere la pasta, no hay problema, e incluso se puede pedir un plato para compartir.

Comenzamos con unos encurtidos para abrir boca, entre los que me sorprendió especialmente el de corteza de sandía: elaborado a partir de la parte blanca de la cáscara, es un bocado que encaja perfectamente con la filosofía de Polea de minimizar el desperdicio. Después llegaron los snacks, algunos ya clásicos de la casa, como el pan soplao y su crema de calabaza, que te revive —aún lo recordaba de nuestra primera visita. El pan de masa madre, acompañado de mantequilla fermentada con textura de pomada, sigue siendo un auténtico vicio.

Pésoles y la pasta fresca del Restaurante Polea Murcia
Es difícil encontrar un lugar donde se trabajen mejor los productos verdes que en Polea. El plato de guisantes —o pésoles, como se dice en Murcia— no fue una excepción.
Llegó el momento de decidir si queríamos la pasta, y por supuesto, dijimos sí. Pedimos un par de platos para compartir: unos Agnolotti de pasta fresca casera rellenos de ricotta, con alcachofas a la brasa, espuma de setas y hojas de mostaza silvestre. ¿Es posible comer un plato de pasta en Polea al nivel —o incluso por encima— de muchos restaurantes especializados en Italia? Sí. No solo es posible: es real.

Los principales y los postres
El plato de pescado, la captura del día, en esta ocasión fue una palometa. Alberto siempre clava el punto de los pescados, y se acompañaba muy bien de lenteja caviar, y coliflor en mantequilla tostada. El plato de carne de ese día fue un cordero segureño, que se deshacía en la boca, con tupinambo confitado y en crema, y repollo salteado.

De postre, un bizcocho de calabaza y naranja, con helado de corteza de naranja y una teja de pipas de calabaza caramelizadas. La calabaza, presente ya en la crema inicial, cerraba así el menú, en un ejemplo perfecto de aprovechamiento integral del producto.
Como detalle final, nos ofrecieron un postre del menú anterior: crumble de chocolate negro, ganache montada de setas silvestres, helado de boniato y miso blanco, teja de chocolate y caramelo de setas y miso. Un postre espectacular, atrevido, no apto para paladares que no quieran experimentar, pero memorable si te dejas llevar.

Volver a Polea es siempre reconectar con una forma de entender la cocina que emociona. Un lugar donde el producto manda, el desperdicio se reduce al mínimo y cada plato cuenta algo. No es solo uno de los mejores restaurantes de Murcia, es también uno de esos sitios que te reconcilian con el acto de sentarse a comer. Porque aquí todo tiene sentido, y todo se hace con cariño.
El resto de fotos de nuestra visita




Restaurante Polea Murcia en Julio de 2022
[Julio 2022] Habíamos visitado el restaurante Polea Murcia prácticamente en sus inicios y ya nos dejó enamorados, como ya plasmé en su día esta entrada que podéis leer más abajo. Algo más de dos años y una pandemia después, aprovechando que los niños estaban de campamento, volvimos a los dominios de Pepa y Alberto. Y no es que no sea un restaurante adecuado para ir con niños (si están educados en ir a restaurantes), de hecho en esa primera visita fuimos con ellos, y lo disfrutaron, ya que recuerdan aquella crema de calabaza como la mejor de sus cortas vidas. Pero con Polea me pasa como con Frases, son restaurantes que tienen un aire romántico, que oye, una vez al año, ir en pareja, no pasa nada.
Nuestras visitas a Restaurantes de Murcia pinchando aquí.
Pepa y Alberto siguen en solitario en Polea, tan encantadores como recordaba o más, y con un menú único estacional, algo más caro que hace 2 años, pero que sigue siendo un regalo. Para empezar, esos snacks divertidos y el pan con mantequilla fermentada, con una textura pomada que me vuelve loco. Fuera de carta nos propusieron un extra al menú, eran unos ravioli de colirrábano y quisquilla. Dijimos sí quiero, y menos mal.
Seguimos con el pescado, según captura del día, y tocó lecha. Qué buena mano tiene Alberto con los puntos del pescado, perfecto, y ahora que juega con una barbacoa japonesa, le da un toque ahumado cojonudo. En definitiva, que me gusta todo del Restaurante Polea Murcia. Un lugar en el que se respira cariño y mimo por los detalles, por la cocina y por el cliente, y por eso es de mis restaurantes favoritos de la ciudad.
Las fotos de nuestra última visita a Restaurante Polea Murcia









[Marzo 2020] El Restaurante Polea Murcia es un lugar diferente a cualquier otro que podemos encontrar en la ciudad. Un lugar que es todo amor en cada detalle desde que cruzas la puerta, un lugar encantador, al que podría ir cada día de mi vida a que esa pareja me diera de comer. Y es que solo dos personas llevan todo el restaurante, ella con ilusión y amabilidad desbordante en la sala y él con maestría la cocina.

El menú estacional en Restaurante Polea Murcia
Obviamente no podrían tener el nivel que tienen los dos solos si no utilizarán un menú cerrado y un numero de comensales por servicio limitado. El menú estacional del Restaurante Polea Murcia va cambiando con frecuencia, utilizando producto de temporada y de cercanía, lo que lo acerca a una cocina sostenible. El precio del menú es de 24,90€ por persona sin bebida, a lo que habría que añadir 6€ con el suplemento de quesos. Disponen también de un menú diario, disponible de miércoles a viernes solo a mediodía por 14,50, así que no hay excusa para no ir a conocer a esta gente.

El inicio del menú
El pan de masa madre del Restaurante Polea Murcia merece un capítulo aparte. Me podría alimentar de él todos los días sin cansarme. ¡Menudo vicio! Es de esos panes que llega un momento que tienes que esconder porque te comerías una tonelada antes de que llegue la comida de verdad. Además viene con una mantequilla muy especial. Es una mantequilla fermentada con una textura pomada, con una acidez que le da una intensidad y sabor muy curioso. No necesité ponerle ni un gramo de la sal de Villena que nos pusieron para acompañar.

Dos divertidos snacks dan la bienvenida al menú propiamente dicho. El primero elaborado con remolacha y queso de cabra; y el segundo un crujiente de patata con una crema de mejillón y limón muy rica.
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No soy yo muy de cremas, pero tengo que reconocer que la crema de calabaza del Restaurante Polea Murcia revive a un muerto. Llevaba un poco del suero de la propia mantequilla fermentada y cebollino de varias maneras y texturas. ¡Deliciosa!

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Los principales en Restaurante Polea Murcia
El menú incluye un pescado, que dependiendo de la captura del día puede ser uno u otro. En nuestro caso fue por suerte corvina, uno de mis pescados favoritos y que suelo consumir bastante en mi día a día. Se nota aquí la buena mano de Alberto con el punto del pescado que estaba perfecto. Acompañando el pescado a la perfección, tenemos la coliflor, una cremita de la misma y lenteja caviar que sorprendentemente le iba como anillo al dedo al conjunto.

El plato de carne fue de cuello de cordero, que estaba increíblemente tierno ya que llevaría horas y horas en una lenta cocción. Lo acompañaba una ensalada de kale con cebolla, avellanas y yema curada rallada por encima. Un pastel de patata y una cremita de apionabo completan el cuadro. ¡Muy bueno!

Quesos y postre
Los quesos tienen un suplemento de 6€ en el menú y no nos pudimos resistir a la tentación. Pedimos una tabla para cada 2 y creo que está bien de cantidad contando que luego llega el postre. Era una tabla de quesos nacionales, pero no me preguntéis por los nombres porque soy un desastre para quedarme con ellos.

El postre de este menú del restaurante Polea Murcia fue una pera con un bizcocho de jengibre y canela. El toffee que llevaba estaba para pedir el bote, una cuchara y no tener conocimiento ni remordimientos.

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Me ha gustado mucho el restaurante Polea Murcia, un lugar para dejarse llevar, no pensar, relajarse con su calor y cariño y disfrutar de su confortable cocina. ¿Conoces el restaurante Polea Murcia? ¿A qué esperas? No dudes en dejar tu comentario y a ¡COMER, VIAJAR Y NADA MÁS!
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