Restaurante El Portillo en Javalí Nuevo
[Mayo de 2024] La primera vez que visité el restaurante El Portillo en Javalí Nuevo, hace ya más de 10 años, no me llamó la atención. Luego volvimos tras el confinamiento y me pareció un auténtico templo de la carne. En ese sentido, me pareció en aquel momento que estaba poco valorado y que en ocasiones visitamos restaurantes muy reconocidos en España, como El Capricho, y no la damos tanta importancia a lo que tenemos cerca de casa.
Pero en esta última visita, El Portillo ha dado un paso más. He encontrado un restaurante que ya no es solo un templo de la carne, es un restaurante completísimo, con un gran servicio de sala, un gran producto bien tratado, con unos entrantes que sorprenden, guiños árabes, y arroces y carnes de un nivel superlativo. La evolución es espectacular y más sorprendente aún sabiendo que mantiene su caracter de restaurante familiar. Es ya sin duda uno de los mejores restaurantes de Murcia y de toda la Región.
Nuestra última visita al Restaurante El Portillo en Javalí Nuevo
Hemos tardado, pero es que teníamos que volver con nuestros amigos Diego, y Davinia, que para ellos El Portillo es casa, y sobre todo para la pequeña Davinia, que se mueve por allí como por el patio de su cole. Nos dejamos aconsejar por ellos y comenzamos con su hueva en semisalazón con crema de almendra marcona, las imprescindibles quisquillas tocadas al carbón con ajo blanco, y una ensalada de berenjena a la brasa con queso Feta que es inmejorable. Muy ricas las croquetas. Probamos la de estofado de vaca y la de gamba roja, y para mi sorpresa me gustaron más estas últimas. Saborazo. Muy sabroso y con una textura increíblemente tierna la carne del tajín de morcillo de vaca con ciruelas.
La importancia de la sala en El POrtillo
Aquí es donde Antonio Velázquez, uno de los tipos que más sabe de carnes de la Región, se multiplica y saca a relucir sus encantos. Nos presenta unos puerros a la brasa y se dispone a preparar una carbonara ante nuestros ojos, con las yemas de huevo, parmesano y el aceite de confitar los puerros. El resultado es una cremita con la que cubre los puerros, polvo de puerro deshidratado, que le da un toque de color, y unos daditos de panceta de chato. Un platazo.
Los 2 siguientes platos son una locura. El carpaccio de falda de vaca madurada ahumado con romero, ya lo probé hace 4 años, y estaba obsesionado con volver a hacerlo. El ahumado, y el calor que aplica en el plato Antonio con el soplete, hace que se funda la grasa y consigue un aroma, sabor y textura de esa carne increíble. Y qué decir de la picaña de vaca madurada con caviar Osetra ahumado y praliné de yema con mantequilla tostada. Un bocado de dioses.
(18€)
El arroz y los postres
Rematamos la comida con el famoso arroz de vaca vieja a la parrilla. Un arroz fino y seco, con mucho sabor y con la ventaja de que puedes comerlo junto con una excepcional chuleta. El arroz que queda bajo la chuleta y comerlo junto con ella es un bocado excepcional.
Muy buenos postres en general, pero me parecieron excepcionales tanto las milhojas árabes de crema especiada y pistachos en almíbar de agua de rosas, como las fresillas del Rincón de Seca salteadas con pétalos de Rosa de Alejandría, paparajote y crema de canela. Es complicado ver esas fresillas y Antonio las saltea en una sartén con mantequilla infusionada con pétalos de rosa, las flambea con licor de naranja y las deja caer al lado de un paparajote relleno de crema. Uno de los mejores postres que he probado últimamente por Murcia. Lástima que esas fresillas duren tan poco.
Espectacular esta última visita al Restaurante El Portillo, que me deja la sensación de estar ante uno de los mejores restaurantes de la Región de Murcia.
El Portillo en mayo de 2020
[Mayo de 2020] Seguimos buscando las mejores terrazas de Murcia para este inicio de verano post confinamiento. En episodios anteriores ya hemos hablado por aquí de Las Noches Especiales de Local de Ensayo, el Restaurante La Perdiz en Sierra Espuña, Anita se Escapa por El Estudio de Ana o Casa Ansiles en Molina de Segura. En esta ocasión, siguiendo en esa línea de comer bien en un agradable y seguro entorno exterior, volvimos tras varios años al espectáculo carnívoro de Restaurante El Portillo en Javalí Nuevo.
Nuestra experiencia en Restaurante El Portillo
Fuimos para la cena de viernes para disfrutar su fantástica, amplia y fresquita terraza. En las noches de fin de semana solo abren la terraza que es un auténtico lujo. Ya hemos comentado en otras entradas, que actualmente para nosotros es importante sentirnos seguros en un restaurante y que se cumplan todas las recomendaciones para minimizar riesgos de contagio por Coronavirus. En ese sentido, se disponía de gel hidroalcohólico para todos los comensales a la entrada, amplísima separación entre mesas y como pero, algo de relajación en el uso de mascarillas.
Para comenzar en Restaurante El Portillo
Lo primero que quería destacar es lo bueno que está el pan que ponen en Restaurante El Portillo. Tuve que controlarme realmente para no hincharme pensando en lo que estaba planeado que viniera después.
Perfecta para empezar, refrescante y saludable la ensalada de unos tomates escandalosos, encurtidos y ventresca de atún.
Continuamos con unos originales y ricos paparajotes de bacalao y alioli de ajo negro. Estarían aún más ricos si se notara más el bacalao.
Para compensar la carnaza que vendría a continuación, nos recomiendan con acierto el tiradito suave de lecha de la almadraba de La Azohía. Muy rico.
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Espectáculo carnívoro
No soy muy bebedor pero un día es un día y parecía que nuestra comanda merecía un poco de vino. Primero para acompañar un delicioso chorizo fresco de buey a la parrilla y luego para ser testigo del disfrute con el carpaccio de vaca madurado 120 días y ahumado con romero fresco.
El carpaccio se presenta en una bandeja dentro de una atmósfera de humo de romero fresco. Cuando de retira la campana protectora nos inunda un fantástico aroma. La textura de esa carne no la ves venir, es mantequilla pura. La grasa se deshace prácticamente ya casi camino de la boca. Es un bocado que merece por sí solo la visita a Restaurante El Portillo.
Vaca o buey…vaca y buey
— Hola, ¿qué tal? Soy una chuleta de vaca rubia gallega madurada 40 días.
— Y yo una chuleta de buey gallego con 6 meses de maduración.
— Encantado de conoceros, os quiero a las 2.
Primero llegó la chuleta de vaca con una pinta fantástica. Presentada y trinchada en la mesa delante del cliente. Pocas veces he visto tanto conocimiento sobre carnes rojas, su trato y respeto hacia ese producto como en el Restaurante El Portillo. La carne se sirvió muy poco hecha, como nos gusta y como debe ser. Estaba cojonuda. Unas ricas patatas fritas acompañaron, pero no les hicimos el caso que merecían, seguíamos obnubilados por el espectáculo carnívoro.
¿Podríamos a continuación con una enorme chuleta de buey? Por supuesto. Y allí llegó, ya solo su olor embriagaba. ¡Ojo! La intensidad de esta chuleta, su sabor y matices no son para todos los públicos. Su precio tampoco. Pero merece la pena. Está increíble. El punto de la carne maravilloso, y ese sabor inigualable que le dan los 6 meses de maduración hacen estas piezas únicas. El bocado perfecto: la carne mezclada con un poquito de esa amarillenta grasa y a disfrutar. Una pena que no se aprecie bien la chuleta en las fotos ya que había poca iluminación. Un espectáculo.
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Los postres de Restaurante El Portillo
Pensaba que no llegábamos al postre tras semejante festival carnal, pero contra todo pronóstico nos enfrentamos a la parte golosa con ilusión. Mi mujer e hijo 1 que son más de postres afrutados y delicados, como era de esperar, se decantaron por la crema de mango, helado de maracuyá, crumble de limón y chocolate blanco.
Hijo 2, que es más chocolatero, estaba claro que le llamaría la atención la semiesfera de chocolate y avellana. Un postre, que aunque no se aprecie bien en la foto por la iluminación, es muy bonito, pero no deja de ser chocolate sin más.
Y es que el acierto máximo con el postre me lo llevé yo en esta ocasión con mi torrija con sopa de arroz con leche y helado de caramelo. Triunfé: ¡Estaba buenísima!
Pues en el Restaurante El Portillo se come genial. Un lugar imprescindible para los amantes de la carne. De hecho, no me viene a la memoria ahora mismo un lugar donde traten la carne como en El Portillo, donde se transmita tanto amor, respeto y conocimiento del producto. Si El Portillo estuviera en Madrid peregrinaríamos a visitarlo, lo tenemos cerca, en Javalí Nuevo y es de obligada visita.
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