La Pequeña Taberna, un clásico de Murcia que nunca falla
La Pequeña Taberna es uno de esos grandes restaurantes clásicos y tradicionales de la ciudad de Murcia, al que acudir de vez en cuando para no fallar, y cuando te apetece comer las cosas por su nombre. Hacía ya unos años que no venía, y de la última visita, ni siquiera había escrito nada en el blog. Esta ha sido la primera desde que Juan Francisco Carmona, de Pura Cepa, tomara el testigo en la gerencia a Miguel López, el fundador del restaurante.
Nuestra última visita a La Pequeña Taberna en Murcia
Nada ha cambiado en La Pequeña Taberna con los cambios en la gerencia, y eso es una buena noticia, aunque imagino que poco a poco Carmona le dará algún toque personal. El servicio es impecable, la carta mantiene sus clásicos imprescindibles, y la cocina mantiene el nivel de excelencia.
Probamos los caballitos XXL, que no son tan XXL, pero están muy buenos, y el calamar a la plancha negro y feo, que sí que es negro y feo, pero que es maravilloso. Yo que no suelo pedir calamar en general, porque no es un producto que me entusiasme, este me parece espectacular.
La alcachofa de la abuela es un clásico icónico de La Pequeña Taberna e incluso de la ciudad de Murcia, y nunca puede faltar. Tampoco los huevos de Miguel, porque huevos rotos con patatas hay muchos, pero la melosidad y cómo se integran los de Miguel con la patata son únicos.
Tenía antojo de sesos, porque no es sencillo encontrarlos habitualmente en las cartas de los restaurantes y había que aprovechar la ocasión. Los pedí a la romana, y esa combinación del rebozado con el interior melosísimo de los sesos me vuelve loco. Un buen entrecot muy bien cocinado a la plancha, con unas adictivas patatas fritas, completaron la cena.
Los postres, de corte tradicional, como no podía ser de otra manera, y en ese registro casi siempre me decanto por el tocino de cielo. Muy rico. Por la mesa también desfiló algo de fruta, helado de turrón, y la espuma de coco, que al parecer decepcionó un poco a mis acompañantes. Yo no la probé.
Las fotos de nuestra visita
Pues lo dicho, que de La Pequeña Taberna uno siempre sale satisfecho y ahora tranquilo de que en el futuro seguirá estando ahí para cuando el cuerpo nos pida volver. ¿Conoces La Pequeña Taberna en Murcia? No lo dudes, deja tu comentario y a ¡COMERVIAJARynadamás!
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