El templo dulce apuesta por los desayunos
Soy cliente de Godis prácticamente desde sus inicios, allá por 2013, y sin duda creo que fueron pioneros en el concepto de «restaurante de postres». Los viernes por la tarde en Godis se convirtieron en una tradición, con meriendas que siempre han sido una auténtica delicia. Su gofre endamado, en particular, ha sido mi perdición. Gofres, tortitas, batidos y muchas más opciones, todas elaboradas con recetas caseras, destacando por las cremas artesanales que preparan in situ. Este toque casero siempre ha sido el sello distintivo de un local pensado para los más golosos.
El Brunch de Godis
Hasta hace poco, Godis era mi parada obligada para merendar, pero ahora han decidido apostar fuerte por los desayunos y una oferta de brunch muy atractiva. Las tostadas son una opción espectacular para quienes desayunan por la zona de forma habitual, pero para nosotros, que solemos disfrutar del fin de semana, la opción estrella es el brunch.
En Godis ofrecen cinco opciones diferentes de brunch, pero todas incluyen una bebida fría (a elegir entre limonada y zumo de naranja) y una bebida caliente (café o infusión).
Brunch Griego
Mi mujer y uno de mis hijos, que no son tan golosos, eligieron el brunch griego (10,95€). Este brunch incluye una tosta de pan payés con aceite de oliva, jamón serrano, tomates cherry y nueces, acompañado de un vaso de yogur griego con cereales y fruta fresca.
Brunch Belga
Mi otro hijo optó por el brunch belga (13,95€), que me pareció espectacular. El plato comienza con unas mini tortitas con queso crema y salmón ahumado, seguido de un gofre con chocolate caliente, frutos del bosque y plátano. ¡Una combinación deliciosa!
El Brunch Parisino de Godis
Yo, que soy fanático de los huevos benedict, no pude resistirme al brunch parisino (13,95€). Los benedict se sirven sobre una tosta de pan crujiente con jamón cocido, acompañado de una pequeña ensalada. Aunque estaban deliciosos, habrían sido perfectos si los hubieran servido sobre un clásico muffin inglés, un brioche o incluso sus propias tortitas. El toque dulce lo pone un croissant de mantequilla, que, aunque no es el de Glea, cumple bastante bien.
Para cerrar el brunch con broche de oro, no pudimos resistirnos a la tostada francesa de Godis, en su versión Nutella. Una auténtica bomba golosa que está increíblemente deliciosa.
En definitiva, Godis sigue siendo ese lugar de referencia para los amantes de los postres, pero ahora sorprende con su propuesta de brunch, que no solo mantiene su sello, sino que también ofrece opciones deliciosas para todos los gustos. Si eres de los que disfruta de una buena merienda o estás buscando un brunch para compartir con familia o amigos, Godis es, sin duda, una parada obligada.
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