el restaurante más deseado de Murcia

Tuve la oportunidad de ir a Kappou Makoto poco después de su apertura, pero decidí esperar. En aquel momento solía cometer el error de visitar restaurantes sin apenas rodaje, y preferí no repetirlo. Luego llegó la pandemia, y reservar en Kappou Makoto se volvió una auténtica odisea.
Kappou Makoto: El restaurante japonés al que creí que nunca iría
Recuerdo haber llamado hace unos tres años para preguntar por una mesa; me apuntaron en una lista de espera para fines de semana de la que, a día de hoy, no he vuelto a saber nada. Es el debe principal de Kappou Makoto: un sistema de reservas opaco y difícil de gestionar, que creo que deberían pulir.
Con el tiempo, perdí el interés en conocerlo. Tampoco quise recurrir a la —mucha o poca— influencia y contactos que pudiera tener en el mundo gastronómico murciano. Siempre he enfocado este proyecto desde la perspectiva de un cliente más: si conseguir mesa era imposible para cualquiera, también debía serlo para mí.
Cedí en esa idea tras cenar en un conocido restaurante murciano, donde su chef me puso en contacto con Makoto. Y, como suele pasar, sin llegar a concretar nada con ellos, una buena amiga consiguió varias plazas por los cauces oficiales y nos incluyó en una celebración especial allí.
Me alegro de que, al final, mi visita a este restaurante japonés en Murcia se diera así: como uno más.

Una barra, pocos comensales y Makoto al mando
Como soy probablemente el último murciano en visitar Kappou Makoto, tampoco voy a extenderme explicando su dinámica: todos la conocéis. Una barra con pocos comensales y Makoto al mando. Da gusto verlo, meticuloso en cada elaboración, en cada gesto.
Fui acompañado de gente a la que hacía tiempo que no veía, y estaba tan contento con el reencuentro que me costó prestar al chef la atención que merece. Tengo que volver con mi familia, que los tengo más vistos, y dedicarle a la experiencia los cinco sentidos.
Un menú PARA DEJARSE LLEVAR
El menú es cerrado: basta con dejarse llevar y comer lo que, segundos antes, ha preparado Makoto. Su precio es de 80 € por persona, a lo que hay que sumar la bebida. ¿Merece la pena? Por supuesto. Es una experiencia gastronómica única en Murcia.
Ahora bien, cuidado con las expectativas de quien haya esperado tres años y llegue buscando fuegos artificiales. Aquí no los va a encontrar. Lo que sí encontrará es una cocina de gran pureza, donde la sobriedad nipona se impone al espectáculo. Cocina japonesa elaborada con productos, en su mayoría, de la Región de Murcia, con los que Makoto consigue reinterpretar su propia cultura gastronómica.

Trece pases, tres horas y mucho que observar
En el subtítulo de cada foto he descrito los 13 pases del menú, con los que el chef nos fue deleitando durante más de tres horas. Tres horas que se pasan volando entre la conversación y la observación de la coreografía tan personal de Makoto, que cocina y sirve de manera milimétrica para que todos comamos a la vez.
La secuencia de nigiri, lo más destacado
Repasando el menú, no diría que hay un plato inolvidable por sí solo. Lo que brilla es el conjunto. Si tuviera que destacar algo, sería la secuencia de nigiri: de altísimo nivel, con gran producto y una ejecución que lo realza sin eclipsarlo.
¿Volveré a Kappou Makoto?
Lo dicho: una de las experiencias gastronómicas más auténticas que se pueden vivir en Murcia. Estoy deseando volver. ¿Lo conseguiré?
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LAS FOTOS DE NUESTRA VISITA A KAPPOU MAKOTO

Pola, mejillones ahumados y Bimi








rojo flambeada




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