Brutal Wine Restaurant, gran lugar donde comer en Fuente Álamo
No pasaba yo por Fuente Álamo desde una experiencia laboral, como fisioterapeuta deportivo en Las Palas, hace ya más de 20 años. Nada me había hecho volver por aquellos lares, hasta que se cruzó conmigo la propuesta de conocer Brutal Wine Restaurant en Fuente Álamo.
Brutal Wine Restaurant, donde comer en Fuente Álamo
Fuente Álamo está en tierra de nadie: está no muy lejos de casi todo, pero cerca de casi nada. Y eso es una ventaja, aunque no lo parezca. Brutal Wine Restaurant está a 35 minutos de Murcia, 25 de Cartagena, 20 de Alhama, 25 de Mazarrón, o a 35 minutos desde San Javier, por poner algún ejemplo. Eso hace de Brutal Wine Restaurant en Fuente Álamo una opción interesante a descubrir, tanto si estás por la zona, como si te desplazas desde otros puntos de la Región.
Qué probamos en Brutal Wine Restaurant
Brutal Wine Restaurant es un un lugar, donde comer en Fuente Álamo, digno de conocer. Es un restaurante bonito, con un gran equipo de profesionales que te orientará muy bien y con una propuesta de platos disfrutones muy interesante. Si quieres echar un vistazo a su carta, para hacerte una idea de la propuesta y sus precios, pincha aquí.
Nosotros nos pusimos en manos de Miguel, al que le dejaría las llaves de mi casa, por lo que por supuesto deposité la confianza de la comanda al cien por cien. Comenzamos con la croqueta de berenjena asada, que tenía ese perfecto equilibrio entre sabor y cremosidad.
Muy rico el buñuelo de calamar y calabacín, del que seguro me copio la idea para intentar replicarlo en casa. Muy guay la combinación del aguacate en tempura, con los langostinos, el ajoblanco y el jamón. Ingredientes que, en su conjunto, funcionaron muy bien. Una tosta de escalivada es de mis cenas favoritas en casa y en Brutal Wine Restaurant en Fuente Álamo me enamoraron con una versión con pan brioche, queso crema y una sardina marinada.
Seguimos con…
Seguimos con el pulpo de roca con chimichurri, unos espárragos trigueros y un crujiente de boniato. El pulpo no es que estuviera duro, ni mucho menos, pero un pelín más blandito hubiera estado perfecto.
En Brutal Wine Restaurant en Fuente Álamo nos ofrecieron muchos platos fuera de carta. Como he dicho antes, confiamos a ciegas en Miguel, que nos sacó unos ricos canelones de mejillones, y para rematar, la ventresca a la brasa con patatas bravas y espárragos trigueros. De nuevo combinaciones poco habituales, pero que funcionan muy bien.
Ricos postres para terminar. Una tarta de queso al horno más rica que vistosa, y una jugosa torrija con helado de leche merengada.
En definitiva, me ha encantado la propuesta de Brutal Wine Bar en Fuente Álamo. Es arriesgada en su localización, tiene personalidad propia, alejado de las modas pasajeras y porque todo está rico. Así que, si estás por la zona, visítalos, y si no, también.
El resto de fotos de nuestra visita
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